Sofía Ester Cuthbert Chiarleoni nació el 28 de noviembre de 1918 en Iquique, puerto en el norte. Hija de William Cuthbert Lister y de Sofía Chiarleoni Méndez. Sus hermanos fueron Alberto y Harold y sus hermanos mayores por parte de su madre Lautaro y Ana Lemus Chiarleoni. Por ser su padre de origen inglés, nacido en Manchester, ella era también súbdita británica según consta en el consuladoBritanico de iquique y como tal se educó en el iquique English College de donde egreso con el tutulo de secretaria ejecutiva Bilingue.
Mientras vivió en Iquique practicó varios deportes entre ellos equitación, natación y waterpolo.
Mujer de avanzada visión del rol de la mujer en la sociedad para su época, ejerció su profesión en la empresa naviera Grace Line, hasta que contrajo matrimonio con el entonces Teniente de Ejército Carlos Prats González en la Catedral de Iquique el 19 de enero de 1944. 
Posteriormente, se trasladan a Santiago donde establecen su hogar y residen durante diez años. Allí nacen sus tres hijas Sofía Ester, Maria Angélica e Hilda Cecilia.
En 1954 viaja a EEUU acompañando su esposo quien fue destinado a estudiar a la Academia de Comando y Estado Mayor del Ejército en Fort Leavenworth, Kansas. Por su perfecto dominio de la lengua inglesa y su bagaje cultural se destacó tanto en el ámbito militar como civil dando a conocer a nuestro país a través de diversas conferencias en distintas organizaciones culturales así como en entrevistas de prensa.
De regreso en Santiago a fines de 1955, reside pocos años en la capital ya que en 1961 se traslada a Talca al ser el Mayor Carlos Prats destinado como Comandante del Regimiento de Artillería No 3 “Chorrillos” de esa ciudad. Allí se dedica a trabajar en diversas organizaciones de ayuda social como la Gota de Leche y la Asociación de Damas Rotarias en las que por su dinamismo, capacidad ejecutiva y facilidad para relacionarse afectivamente tuvo un especial reconocimiento. Se preocupó también en desarrollar actividades sociales destinadas a colaborar en el bienestar de las familias de los oficiales, suboficiales y tropa del regimiento.
En 1963 se radica nuevamente en Santiago ya que su esposo fue nombrado Comandante del Regimiento de Artillería Montada No 1 “Tacna”.
Viaja a Buenos Aires, Argentina junto a la familia acompañando a su marido destinado como Agregado Militar a la Embajada de Chile en Argentina en 1964.
Desde 1966 y por dos años permanece en Santiago trasladándose luego a Concepción donde el General Prats fue Jefe de la Tercera División del Ejército.
Allí pudo nuevamente desarrollar actividades de ayuda social junto a las Damas Rotarias de Concepción y además participó de actividades docentes en el Instituto Chileno Británico de esa ciudad.
En el rol de esposa del Comandante en Jefe del Ejército desde 1970 convocó y organizó a las señoras de los Generales del Ejército residentes en Santiago para realizar actividades de ayuda social destinadas a colaborar con el personal y familiares hospitalizados en Hospital Militar. Asimismo colaboró con la Junta Nacional de Jardines Infantiles potenciando su gestión hacia las regiones de nuestro país.
Fue una mujer de gran carácter y fuerza espiritual lo que contribuyó a ser un importante apoyo para su familia. Su alegría, optimismo y facilidad de relacionarse acompañó las actividades sociales que eran propias del cargo del General Prats.
Esta condición fue fundamental en hacer que su hogar fuera el centro de reunión de la familia y de sus amigos. En las diferentes celebraciones practicaba una de sus aficiones predilectas y cocinaba personalmente para sus invitados, debido a su ascendencia por parte de su madre, comida italiana.
Otras de sus aficiones eran el cine y el teatro. Además de ser una gran lectora de biografías, novelas históricas y de libros referentes a diversas culturas y lugares ya que tenía gran inquietud por viajar y conocer.
Cuando el General Prats decide exiliarse en Buenos Aires, en Septiembre de 1973, ella consciente del peligro de un atentado en contra de su vida expresa lo siguiente. “Quiero irme con él porque si algo le pasa, prefiero que nos suceda a los dos”.
La incierta situación económica propia de la condición de exiliados la lleva a buscar una fuente de ingreso propia. Junto a dos amigas argentinas, a quienes conocía desde su anterior estadía en Buenos Aires en 1964, instala un local de objetos para regalos en la Galería Bond Street que llamaron DES (Dora, Ema y Sofía) y donde trabajó diariamente hasta su muerte.
Murió junto a su esposo victima de un atentado terrorista perpetrado por agentes del Estado de Chile el 30 de Septiembre de 1974.
Se espera que después de 35 años la Corte Suprema ratifique las condenas que el Juez de la causa Alejandro Solís determinó a los culpables. Los inculpados son oficiales de Ejército, civiles y una mujer. Todo el plan fue realizado en Chile por instrucciones personales de Augusto Pinochet. También está implicado el chileno Enrique Arancibia Clavel, juzgado y condenado en Argentina y el Norteamericano Michael Townley, quien ha declarado su participación en los hechos no pudiendo ser juzgado por estar bajo protección del sistema judicial estadounidense.
